jueves, 14 de agosto de 2014

50 ANIVERSARIO DE LA SUCURSAL DEL BANCO DE ARAGON EN TORTOSA

L - ANIVERSARIO DE LA SUCURSAL DEL BANCO DE ARAGON en TORTOSA

  1.918 – 1968 


Jorge PORRES SANCHEZ (Tortosa 1.949)

Empiezo declarando abiertamente, mi fiel y cariñoso recuerdo para aquella entidad que se llamaba BANCO DE ARAGON, fue una constante durante los primeros veinte años de mi vida, anteriormente mi tío Miguel y su hermano menor (mi progenitor),  también eran bancarios, el primero pertenecía a la plantilla de la oficina principal en Tortosa del desaparecido BANCO de TORTOSA, había empezado a prestar sus servicios a principios de los treinta del siglo XX y el progenitor en 1.939 ya trabajaba en la sucursal tortosina del BANCO DE ARAGON.

Con tres o cuatro años, cuando el tendero me preguntaba si tenia dinero para pagar la cuenta de la compra, le contestaba siempre muy serio que efectivamente así era, como sabia sobradamente que yo no llevaba efectivo, me espetaba con avidez ¿dónde tienes el dinero?  mi  respuesta era explicita y concreta, en la libreta de “arroros” (ahorros) del banco, allí trabaja “lo papa”,  con este simple ejemplo, quiero decir que  ya tenia las ideas muy claras del sistema bancario y donde estaba el dinero, muchos años después, siempre que me lo recordaban o venia la escena a mi memoria, con cariño, pensaba y sigo pensando, que “cabron” que era el señor Enrique (el tendero) que con su “interrogatorio” propiciaba mi agudeza mental en las respuestas, de las cuales siempre salía airoso y él se lo debería pasar en grande en su fuero interno, viendo como un niñato argumentaba con cierta coherencia.

Pasaron pocos años y en alguna ocasión mi hermano y yo tuvimos que contestar por escrito al progenitor, cuales eran nuestras preferencias profesionales, llegado el momento oportuno, en mi caso personal me veía como torero y mi “manola” siempre era Mª Pilar, mi preferida, la niña vecina en el domicilio de mis abuelos, derivé mis apetencias  para ser obispo y abogado, pasó mas tiempo y mi decisión se centro definitivamente en ser empleado de banco, para argumentarlo lo solía justificar con la continuidad de la saga familiar en el sector, este remate siempre conseguía el efecto deseado, el consenso y la satisfacción general.

En 1961 el BANCO DE ARAGON, puso a disposición de sus empleados las instalaciones de la residencia de vacaciones en la población de Canfranc-Arañones en el  pirineo aragonés oscense, un edificio de nueva construcción a los pies del monte Collarada entre el Col de Ladrones y el monte Arraca, con un precio muy moderado subvencionado por la entidad podíamos disfrutar en pleno mes de Agosto del clima fresco y reconfortante en pleno pirineo, año tras año esperábamos viajar para disfrutar, conocernos con otros chicos y chicas hijos de otros empleados que acudían sin falta a la cita anual, tengo siempre en mi recuerdo aquellos veranos, primeros amoríos, bailes con música de gramola “baquelitas” y “vinilos”, Adamo, Blue Diamonds, Paul Anka, Ray Charles, etc. escapadas a Canfranc-Viejo para asistir a bailes populares en su fiesta mayor, marchas montañeras a Rio Seta, los Lecherines, Tortiellas, Candanchú, ibón de Ip, Iserias, Casita Blanca, paseo de los Melancólicos, tomar el sol en alguna playita del rio, organizar “guateques” en el salón de la residencia para cruzar nuestros brazos con la chica por la que languidecíamos y ellas también, solo mirándonos con ojos de cordero degollado, en silencio, los Sotomayor, Artigas, Cortina,  Albero y tantos otros que se me escapan de la memoria, la familia Compaired, D. Lucio, María Pilar y mi preferida Mari Carmen, conseguí una comunicación y una pseudo relación de aquellos años, viajé alguna vez para visitarles en los años sesenta y siete y sesenta y ocho, conocí a su hermano mayor José Francisco recuerdo que le gustaba y practicaba el ciclismo como yo, a Mari Carmen la recuerdo con unos ojos inmensos y una nariz respingona, llena de ideas e iniciativas en el campo musical, con sus amigas querían y creo recordar que en alguna de sus cartas así lo comunicaba, consiguieron formar una banda que incluso me tenia comentado el nombre, pero no consigo recordarlo, pero queda siempre aquel emotivo recuerdo de todos los momentos que pasamos juntos tanto en la residencia como en su casa o paseando por Zaragoza o tomandonos algún aperitivo en Imperia, comprando algún capricho en Zorraquino, visitar inevitablemente el Tubo, Santo Dios que recuerdos, eramos jovencísimos y muy emotivos, es así.

Pero el destino confirmo mis aseveraciones infantiles, a mediados de 1967, con diecisiete años, deje mi empleo en una gestoría, después de pasar las pruebas  escritas, ingrese en la plantilla  de bancarios de la sucursal del BANCO de ARAGON en TORTOSA, empecé desde abajo como se decía antiguamente, como lo hizo un histórico banquero D. Alfonso ESCAMEZ, que comenzó de “Botones” en la sucursal de Águilas del Banco Central y acabo siendo su presidente,  por supuesto no es mi caso, me refiero al  final de la historia profesional de D. Alfonso.

D. Luis ARIÑO MALO, era el Jefe de Personal del banco, también le tengo en mi recuerdo,  conocía a todos por nuestro nombre de pila, se interesaba por nosotros en todos los aspectos, nos visitaba regularmente para estar al corriente de cualquier problema o proceder con los cambios pertinentes. En diciembre de 1.968 pase quince días de mis vacaciones reglamentarias en la residencia de Canfranc, rodeado de nieve por todas partes pero con un ambiente reconfortante en las instalaciones residenciales, el sr. Ariño y su familia también aprovecharon unos días invernales para descansar, la residencia estaba a nuestra disposición, para mi fue inolvidable.
En 1969 por tercer año consecutivo juntamente con dos colegas, se había convertido un clásico nuestra actuación en la fiesta de Reyes, con los atuendos utilizados en la cabalgata de la noche del cinco de Enero, mis dos amigos y yo representábamos a los tres Magos instalándonos en los tronos habilitados en el interior de la sucursal del banco, allí llamábamos por su nombre a los niños (hijos de los empleados) para entregarles los regalos y juguetes que el departamento de personal del banco había subvencionado para ellos, no olvido sus grandes ojos observándonos con una mezcla de admiración y  cierta reserva de desconfianza.

El departamento de personal de Zaragoza, en la sede social del banco, tenia estipulada la financiación de la formación de sus empleados mas jóvenes como era mi caso personal, aunque también se ocupaba del mismo concepto con los hijos de los empleados que demostraban obtener su aprovechamiento en los estudios obteniendo calificaciones de nivel, recuerdo el caso del hijo del Interventor al que se le había sufragado la carrera de medicina, con el fin de formar mi cultura bancaria, el banco pagaba mensualmente mis estudios de contabilidad y teneduría en la Academia COTS de Tortosa, especializada en la formación de bancarios.

La finalidad de los mismos me serviría para superar las pruebas que me darían el pase de subalterno a administrativo.

Otra de las citas anuales, inolvidable (sobre todo para los que creemos en su misterio) me refiero a la procesión del Domingo de Ramos, el conjunto de bancarios de la ciudad formábamos parte de la “Hermandad de NAZARENOS de las CINCO LLAGAS”, en silenciosa comunión acudíamos a la cita en la Catedral de Santa María, en la puerta de la Olivera nos esperaba nuestro “paso”, formábamos dos filas flanqueándolo, provistos de hachas con luz alimentada por pilas internas, recorríamos las calles con un silencio habitual de respeto.

Mensualmente el banco tenia la responsabilidad de hacer efectivo los salarios de todos los empleados de R.E.N.F.E. adscritos al radio de acción de la estación de la ciudad, para cuyo efecto el jefe de estación habilitaba una de las dependencias del edificio ferroviario en el que un apoderado del banco pudiese realizar los pagos en efectivo del salario que le correspondía a cada empleado, recogiendo la firma del recibido después de cada pago, previamente a primera hora de la mañana mi misión  consistía en hacerme cargo de la maleta provista de los billetes y moneda fraccionaria precisa, todo el contenido tenia que trasladarlo hasta las dependencias de la estación, el recorrido se hacia a pie unos mil metros mas o menos, acudía una pareja de la Guardia Civil, armados con los típicos “naranjeros” me acompañaban flanqueándome para mantener la seguridad del traslado y llegar a buen termino, dejaba el efectivo en el despacho habilitado y los guardias se encargaban de mantener la seguridad durante toda la operación de los pagos, yo me volvia a mis quehaceres en la sucursal.

Otro de los “servicios” que iban implícitos en mi cometido como subalterno, no relacionado contractualmente pero de carácter marcadamente “tácito” por no calificarlo peyorativamente de puro servilismo, alternándolo semanalmente con otro compañero, abríamos las dependencias un cuarto de hora o veinte minutos antes de las ocho horas que era el horario de entrada del resto de empleados, en invierno tenia que ser una hora antes es decir a las siete de la mañana, el motivo consistía en que era necesario partir la leña y encender el fuego de la caldera de la calefacción del local, situada en un sótano donde se encontraba la cámara acorazada, funcionaba a base del subproducto de las almazaras de aceite de oliva, una vez triturados los huesos de la aceituna y extraído el orujo quedaba una especie de arenilla de color negruzco, la caldera principal tenia acoplada una tolva en su parte superior donde recepcionaba la cascarilla mencionada, terminaba en un embudo regulado su paso final con un cierre que  dosificaba la caída directa sobre el fuego del interior de la caldera, la misma tenia un termómetro con el que se podía controlar la temperatura en el interior de la oficina, toda esta operación, preparación, alimentación, control del calor ambiental para alcanzar el confort adecuado, requería una dedicación continuada y atenta, ya que era básico hasta alcanzar el grado de confortabilidad deseado.

Por nombrar otro de los “trabajos” diarios quiero referirme al servicio de “catering” , los jefes y alguno de los empleados me encargaban la compra de los “bocadillos” mañaneros, cada uno tenia un gusto y un capricho, aclaro que en este caso conseguía que el mio me saliese gratis y el de mejores proporciones y contenido, faltaría mas.

A mediados de 1.969, fue nombrado D. Tesifonte, el último director general de la entidad, pasado el verano se nos anunció que D. Tomas HIGUERA PUEYO, Marques de Arlanza y presidente del Consejo de Administración, había cerrado la fusión por absorción de la entidad por parte del Banco CENTRAL con efectividad del primero de Enero de 1.970.





                                  

No hay comentarios:

Publicar un comentario